Famosa fotografía de Robert Capa, La muerte de un miliciano, dio a conocer la Guerra Civil Española en todo el mundo (obtenida de bibliocriptana.feles.worpress.com)
El 18 de julio de 1936 una parte del ejército se levantó en armas contra el gobierno republicano del frente popular para establecer una dictadura, liderados por el general Mola en Navarra y por el general Franco en el Norte de África. Sin embargo, el golpe militar fracasó al no dominar las grandes ciudades excepto Sevilla y España se dividió en dos zonas enfrentadas.
Pancarta con el famoso eslogan No Pasarán en la C/Toledo (obtenida de sp3.fotolog.com)
El radicalismo marcó a los contendientes, ya que se enfocó la guerra como una lucha entre fascismo y comunismo. El Bando Nacional se sustentaba en el ejército, los tradicionalistas (Carlistas), el partido fascista Falange y el apoyo de la iglesia católica. El Bando Republicano se vio desbordado por la actuación de sindicatos (CNT y UGT) y partidos de izquierda (PCE, POUM). Era la Cruzada frente a la Revolución.
Carteles llamando a la guerra de falange (obtenido de rayosycentellas.net) y las milicias republicanas (imag.lecturalia.com)
La intervención internacional reforzó ese enfrentamiento entre fascismo y comunismo, ya que el general Franco recibió una importante ayuda militar y material de la Italia fascista de Mussolini (CTV) y la Alemania de Hitler (Legión Condor), mientras que el gobierno republicano sólo consiguió el apoyo de la Unión Soviética de Stalin y de los voluntarios comunistas de las Brigadas Internacionales.
Desfile en honor de las tropas nazis de la Legión Condor (obtenida de concejoabierto.file.wordpress.com)
La guerra se desarrolló inicialmente con el objetivo de los sublevados de conquistar Madrid, donde se produjeron las batallas del Jarama, Guadalajara y Brunete. Pero ante la imposibilidad de conseguirlo la guerra se trasladó con más fuerza a otros frentes: el norte de España cayó en manos de Franco en 1937 y a principios de 1938 tras la batalla de Teruel los Nacionales aislaron Cataluña. Los republicanos trataron de contraatacar en verano de 1938 en el Ebro, donde se produjo la batalla más cruenta de la guerra, pero que supuso el inicio del fin, ya que tras ella, en el invierno de 1938/1939 Cataluña fue conquistada y la derrota republicana era inminente; así se produjo el 1 de abril de 1939.
Mapas de la evolución de la Guerra Civil 1936-1939 (obtenida de usuarios.multimanía.es)
Los primeros días del llamado Alzamiento Nacional fueron muy cruentos ya que ambos bandos aplicaron una terrible represión contra sus enemigos potenciales. Se asesinaba sin juicio y se abandonaban los cadáveres (sindicalistas, religiosos, políticos, personas destacadas de cada bando…) en las cunetas de carreteras y cementerios; pero aún peor es que esta situación se amplió a las zonas que cambiaron de manos durante la guerra. Uno de los paseillos más conocidos de esta represión fue el fusilamiento de Federico García Lorca en Granada a manos de los falangistas.
Trailer de la película Muerte en Granada que muestra el final de Federico García Lorca
Además en la guerra se desarrollaron otros terribles dramas como el hambre que se pasó en las ciudades, donde las lentejas con bichos y las mondas de patatas eran un manjar. También horribles fueron los bombardeos indiscriminados sobre zona republicana, las ciudades de Madrid o Barcelona, pero donde destacó la destrucción de Guernica.
El cuadro de Picasso Guernica, símbolo del sufrimiento civil, retrata el bombardeo de la ciudad (1937) (obtenida de chekinaddicts.files.wordpress.com)
Los intelectuales en la guerra Civil se identificaron mayoritariamente con la república, entre ellos se encontraba Miguel Hernández, que se enroló en el 5º Regimiento donde se convirtió en comisario de cultura, trabajando activamente para levantar la moral de los soldados, recitando y escribiendo; de esta época son Viento del pueblo (1937), Pastor de la muerte (1938) y ya más resignado en la derrota El hombre acecha (1939).
Fotografías de Miguel Hernández dirigiéndose a soldados y brigadistas internacionales (obtenida de elpais.com) y cartel del 5º Regimiento comunista (obtenida de 2.bp.blogspot.com)
La consecuencia de la implicación de muchos, algunos intelectuales, en la defensa de la república fue la durísima represión que sufrieron por parte del bando franquista tras la guerra, que fusiló o encarceló en lamentables condiciones a un gran número de personas. Para evitarlo la mayoría optó por el exilio (Antonio Machado, Luis Buñuel, Rafael Alberti...), al igual que políticos, militares, médicos, profesores, etc. Miguel Hernández trató en vano de huir a Portugal, pero fue encerrado, condenado primero a muerte y luego conmutado por 30 años de prisión, donde finalmente moriría en 1942.
1 comentario:
Una buena panoramica de un periodo clave de nuestra historia. Bienvenido de nuevo, ¡¡¡que te echamos de menos¡¡¡
JV
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